jueves, 4 de marzo de 2010


METEORISMO ESPUMOSO

Sinónimos
El meteorismo corresponde a un cuadro clínico asociado con las prácticas modernas de la agricultura y del manejo animal. Se caracteriza por una distensión del retículo-rumen por acumulación de los gases de fermentación, distensión que puede interferir en forma más o menos rápida los mecanismos circulatorios y respiratorios lo que puede llevara la muerte del animal si no se toman acciones terapéuticas en forma inmediata.
El meteorismo es más frecuente en ganado bovino manejado en forma intensiva y con raciones de leguminosas o con un alto porcentaje de granos. Muchas de las pérdidas producidas en complejos ganaderos, por muerte de animales meteorizados, ocurren asociadas con este manejo. Probablemente todos los rumiantes son propensos al meteorismo aunque se ha reconocido que hay diferencias en susceptibilidad entre las especies. Los ovinos, aunque parecen ser menos susceptibles, han sido usados con éxito como animales experimentales en investigaciones de meteorismo, tanto in vivo como in vitro.


Definición

El meteorismo espumoso constituye una indigestión primaria caracterizada por el acúmulo patológico de gas en el sector rumino-reticular formando una espuma de alta densidad. Constituye una enfermedad del progreso, tecnopatía, ya que se relaciona con errores dietéticos derivados del incremento de la producción con técnicas avanzadas.}Estas formas espumosas de meteorismo se presentan en dos tipos de alimentación: pastoreo directo de leguminosas y consumo de granos. Ambos tipos de meteorismos poseen elementos en común, pero también existen diferencias etiopatogénicas importantes, razón por la cual se enfatizará el meteorismo por leguminosas, que es el de mayor incidencia en el país.
A nivel mundial la ganadería extensiva tradicional está siendo desplazada por sistemas de explotación intensiva, acordes a la notable evolución científica y tecnológica de nuestros días. La correcta y adecuada nutrición de los animales constituye uno de los pilares básicos de este proceso. El mejoramiento de las pasturas representa combustible imprescindible para que la “máquina animal” bien manejada y saludable, sea capaz de producir eficientemente y de acuerdo a su potencialidad genética. Dentro de este esquema el meteorismo está directamente relacionado con el mejoramiento de las pasturas, en general, y con las praderas artificiales en particular.
Esta forma de meteorismo se caracteriza por alteraciones en la viscosidad del CONTENIDOS ruminal que determinan que el gas derivado de la fermentación rumino-reticular forme una espuma estable. Numerosos factores inciden en la etiología de la afección, incluyendo: características del suelo, especies vegetales, factores animales, microorganismos ruminales, condiciones atmosféricas y manejo.
Los factores de mayor importancia son los vegetales, ya que el meteorismo espumoso es sinónimo de pastoreo en praderas artificiales ricas en determinadas leguminosas. Para que una pradera artificial desarrolle propiedades meteorígenas se han de cumplir tres requisitos fundamentales: presencia de especies meteorígenas, proporción de las mismas y estado de crecimiento. En nuestro medio las praderas son peligrosas cuando en su constitución se encuentran trébol blanco y rojo, de comprobada acción meteorizante. El problema se presenta en la etapa de crecimiento vigoroso de estas especies, y cuando predominan en el tapiz vegetal. Ello sucede en praderas jóvenes en primavera y eventualmente en otoño.
Los vegetales meteorígenos aportan compuestos que incrementan la viscosidad del licor ruminal, particularmente proteínas solubles y pectinas. Las modificaciones en la tensión superficial que originan estas sustancias constituyen la causa de la afección y el objeto de las medidas de control. Las elevadas pérdidas económicas que genera el meteorismo espumoso, representadas fundamentalmente por muerte de animales y pérdidas en la producción, han generado importantes líneas de investigación tendientes a lograr un control efectivo. En tal sentido existen numerosas opciones de control basadas en normas de manejo y en diferentes vías de administración de antiespumantes.
Sin embargo los resultados son muchas veces inferiores a lo esperado, lo que evidencia la necesidad de estrategias flexibles y adecuadas a cada situación particular, si se esperan resultados satisfactorios.

Etiología

se debe ala ingestion de leguminosas tiernas o la ingestión de granos y cereales

Patogenia

En condiciones normales, las burbujas gaseosas producidas en el rumen se funden formando bolsas de gas libre por encima del nivel de los contenidos ruminales, siendo finalmente eliminadas por la contracción ruminal coordinada y la relajación del esfínter esofágico inferior, provocando el eructo. Si la eliminación no se produce, o bien el ritmo de acumulación supera al ritmo de eliminación, la acumulación del gas puede elevar la presión hasta alcanzar niveles por encima de los 70 mm de Hg (Lippke et al., 1972) y cercanos a los 100 mm de Hg, en los casos agudos de meteorismo (Van Soest, 1994), causando la extrema distensión del rumen. Otros síntomas de esta disfunción son el arqueamiento dorsal con extremidades recogidas bajo el abdomen, pataleo abdominal, marcha tambaleante, vómitos, emisión frecuente de orina y heces, respiración con ollares dilatados, lengua extendida y colapso eventual, pudiendo llegar hasta la muerte del animal (Essig, 1988). Efectivamente, si el gas se acumula, la elevada presión ejercida por el rumen en expansión sobre el diafragma y los pulmones, impide al animal respirar, provocándole la muerte si el gas no puede eliminarse.
Existen diferentes clases de meteorismos que pueden o no estar asociados entre sí. Essig (1988) los clasifica en:
meteorismo provocado por el consumo de leguminosas,
meteorismo asociado a los cebaderos o por el consumo de cereales grano,
meteorismo por causa tóxica (HCN y NH3),
meteorismo patológico (abscesos) y
meteorismo provocado por obstrucción (adherencias).

Sin embargo, diversos autores (Hungate, 1966; Church, 1975; Essig, 1988; Van Soest, 1994; Espinase et al., 1995; Cheng et al., 1998) afirman que las dos principales clases de meteorismo son a) el meteorismo gaseoso y b) el meteorismo espumoso.
Manifestaciones clínicas
Los síntomas pueden observarse muy rápidamente, a los pocos minutos de iniciado el pastoreo. Frecuentemente el animal empastado deja de comer y se muestra molesto y angustiado. Si el proceso se acentúa se hincha el rumen, el animal orina y defeca frecuentemente hasta que se acuesta, esto acelera aún más el proceso y aumenta el riesgo de muerte.

Hallazgos de necropsia

En la necropsia, en algunos casos la sangre se encuentra de color rojo brillante, aunque
la mayoría de las veces se aprecia de color oscuro por la anoxemia. Dicha sangre tiene
dificultad para coagular, y además se encuentran hemorragias petequiales en tráquea y
pulmón, intestino y cuajo, subepicárdicas y subendocárdicas, al igual que sucede con los
nitritos.
Se diagnostica por el lugar de pastoreo, rapidez con que actúa el HCN, la sangre de la
yugular rojo brillante y no coagulada, el olor a almendras, y por la buena repuesta a la
administración de Nitrito de sodio e Hiposulfito de sodio; por lo cual es importante
diferenciarla de la intoxicación con nitritos ya que si estuviéramos ante un caso de la
misma agravaríamos la intoxicación.



Diagnostico

El empaste se manifiesta a través de la distensión (hinchazón) del flanco izquierdo del vientre que es donde se ubica el rumen (Fotos 1 y 2). La intensidad o grado puede variar, desde una leve o moderada distensión (Figura 1.A) con poco efecto sobre la performance animal, pasando por una marcada distensión del flanco izquierdo y leve del derecho (Figura 1.B), hasta cuadros muy severos, con ambos flancos muy distendidos (Figura 1.C). En casos peligrosos se puede producir la muerte del animal por fallas circulatorias y asfixia debido a la presión que ejerce el rumen sobre el diafragma, evitando la normal respiración y ocasionando que finalmente el corazón deje de funcionar.

Diferencial

los síntomas que pueden confundir son la
disnea debida a la presión del rumen, y la protrusión de la lengua, y a veces pueden
encontrarse los animales muertos en la zona de pastoreo (principalmente de
leguminosas), en horas tempranas de la mañana y días nublados, al igual que en los
nitratos. Para diferenciarlo se debe tomar en cuenta la distención del abdomen sobre
todo del lado izquierdo, y la presencia de gran contenido gaseoso en el rumen
Tratamiento

El tratamiento depende de la severidad del cuadro. En los casos de meteorismo leve en feedlot o en empastadas, se dan alimentos toscos si el animal aún puede comer; frecuentemente es efectivo presionar sobre el flanco izquierdo y forzar al animal a hacer ejercicio. En feedlot se ha logrado cierto éxito con la administración intramuscular de penicilina en casos de meteorismo leve. Probablemente una buena proporción del antibiótico es secretado hacia el rumen actuando sobre los microorganismos que promueven la formación de espuma.
Actualmente, en el meteorismo por leguminosas, el mejor método es la administración de antiespumantes y de éstos los más efectivos son los detergentes sintéticos por su acción más rápida y por otorgar una protección de 12 horas o más. Se administran en forma de tomas y por inyección intrarruminal. En casos más severos puede ser necesario ayudar a la eliminación del gas libre introduciendo al rumen un tubo por vía bucal o nasal, o más drásticamente por punción del rumen empleando un trocar. Si estas prácticas han sido insuficientes en cuadros muy agudos debe practicarse una ruminotomía dejando escapar primero el gas lentamente y luego agrandar la incisión para remover suficiente contenido ruminal de modo de colapsar el flanco. Luego se administra al animal una toma con algún agente antiespumante para prevenir un nuevo acceso de meteorismo.
El tratamiento se basa en la corrección de la metahemoglobinemia mediante la
utilización de sustancias reductoras como el azul de metileno. Esta sustancia reduce el
ion Fe3 o férrico (presente en la metahemoglobina) a Fe2 o ferroso (de la hemoglobina).
Dosis: 1 a 2 mg/kg al 1%, intravenoso7 exclusivamente ya que es
muy irritante para los tejidos.
En plaza existe una especialidad de laboratorio: antitóxico azul, que tiene en su fórmula
azul de metileno, antihistamínico y cardiotónico, y se da 2 frascos por
animal adulto.
Cuando las cantidades de material tóxico son muy grandes se debe repetir la dosis, con
un intervalo de 6 a 8 horas.

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